Estamos acostumbrados a seguir a artistas que son tremendamente versátiles, y que pueden triunfar tanto en el mundo del cine como de la música, de la literatura o de las artes escénicas. Sin embargo, casi siempre estos artistas son más conocidos por una de sus facetas, la que antes les ha llevado a la absoluta popularidad, y que seguramente les ha servido de trampolín para acceder a las demás. Actores y músicos que publican libros solo porque las editoriales saben que son un éxito seguro, novelistas que tienen bandas musicales o que participan en cine, aun cuando no son expertos en esos medios… Es complicado encontrar hoy en día a un artista total, pero seguramente lo más cercano que exista para este término sea Dani Umpi, el rompedor e iconoclasta artista uruguayo.

Nacido en 1974, se traslada con solo 19 años a Montevideo, la capital de su país, para comenzar sus estudios en Comunicación Audiovisual, y empieza a participar en diferentes shows, tanto como poeta alternativa como showman, demostrando su gusto por el exceso, por la intensidad llevada al ridículo. Consiguió muchos premios con sus propios shows y apareció también en la televisión, así como en diarios de tirada nacional, pero Umpi siempre quiso ir más allá y desarrollar su arte en otras disciplinas. Es artista visual y también músico, pero su primera oleada de fama mainstream le llegó a través de la literatura, publicando relatos cortos y cuentos, hasta que en 2003 lanza su primera novela completa, que le convierte ya en un referente para toda una generación tanto en Argentina como en su Uruguay natal.

Un poquito tarada

Tras lanzar textos más cortos y relatos como Nuestro Amor Es Como Una Esmeralda Que Un Ladrón Robó, desde el año 2000, Dani Umpi decidió en 2003 llevar a cabo su primera novela, una historia coral con personajes intensos y vorborréicos como él, titulada Un Poquito Tarada. A través del hilo central de la historia de una joven que tienda a ser muy fantasiosa e inventarse distintas personalidades, y la búsqueda de su padre por un mundo lleno de personajes curiosos y extravagantes, Umpi va afinando cada vez más su estilo directo y cuasi punk en una escritura que nos lleva de la risa a la estupefacción en cuestión de segundos.

Una novela con aires de tragicomedia que fue el pistoletazo de salida definitivo para la trayectoria del artista uruguayo, que ya por entonces gozaba de cierta popularidad tanto en su país como al otro lado del Río de la Plata. La neurosis es constante en sus personajes, que no dejan de parecer distintas personalidades que el propio Umpi llevase dentro, por su manera de expresarse y de entender el mundo. Es una novela divertida, entretenida y sobre todo, con un mensaje muy abierto en el que cada cual puede disfrutarla de una manera distinta y especial. Un Poquito Tarada puso a Dani Umpi en el mapa de los escritores uruguayos, y no por casualidad, como demostraría en sus siguientes lanzamientos.

Aún soltera

Tras llamar mucho la atención con Un Poquito Tarada, Umpi volvió a la carga con una segunda novela larga cuyo argumento bien podría haber salido de las mentes de Almodóvar o Eric Rohmer. Una adolescente que está enfadada con su madre, una solterona de edad avanzada y una travesti se encuentra en un balneario uruguayo por casualidad, pero empiezan a hacer buenas migas y conforman una pequeña familia que les hace cambiar para siempre su visión de las cosas y del propio mundo en el que viven, siempre tan exigente con ellas.

Aun Soltera mantiene ese estilo desenfadado en la historia, pero contenido en la prosa, que Umpi comenzaba ya a desarrollar en la época. Está claro que los personas y la propia situación dan pie a un argumento completamente loco y alejado de los convencionalismos, pero es cierto que Umpi utiliza estos personajes para mostrarnos una visión diferente del mundo, una visión distinta a la habitual pero muy común, cada vez más, sobre todo a través de tres mujeres que no parecen encontrar su sitio, por uno u otro motivo.

Miss Tacuarembó

Tacuarembó es la ciudad natal de Dani Umpi, y en ella ubica la acción de estea tercera novela, que estaba llamada a ser su gran éxito y su presentación en sociedad más allá de los círculos del underground literario por los que se movía hasta entonces. En 2004, el artista uruguayo nos presenta la historia de una adolescente nacida y criada en Tacuarembó, que odia su ciudad, a su familia y prácticamente todo lo que hay en su vida y se pasa el día absolutamente malhumorada. Curiosamente, la chica se obsesiona con ganar el concurso de belleza que hay en Tucuarembó, y que simboliza su salida de la ciudad.

Un recorrido por la infancia y la adolescencia de una chica que no encuentra su lugar en el mundo y ni siquiera entiende si existe un lugar para ella. Una novela dura en ocasiones, pero también muy divertida, con un personaje principal que se gana al lector desde el primer momento. La prosa de Umpi está cada vez más refinada, eligiendo cada palabra con el arte y la sabiduría de un maestro relojero a la hora de crear sus engranajes. La novela fue llevada al cine en el año 2010 de la mano de Martin Sastre, y protagonizada por Natalia Oreiro.

Sólo te quiero como amigo

Pocas cosas hay peores que enamorarnos de una persona que no nos corresponde y que prefiere dejarnos en esa zona en la que solo hay amistad. Algo que ha pasado desde siempre, y que ahora se conoce como friendzone, pero que se da cada día en todo el mundo. El título de la novela de Dani Umpi puede reflejar a la perfección el pensamiento de esas chicas que deben rechazar a un chico, aunque solo en su faceta romántica, porque quieren seguir conservando su amistad… Todo ello a través de una relación de pareja que parece perfecta desde fuera, cumpliendo todos los requisitos que una buena relación debe tener, pero que por dentro se resquebraja ante la dificultad de entender el amor en nuestros días.

Ubicada a principios del siglo XXI en Montevideo, aquí Umpi se vuelve mucho más terrenal para contarnos una historia cotidiana, eso sí, con su humor ácido de siempre, a través de algunas situaciones que podrían llevar a cualquier a la histeria y a la psicosis, pero que hoy en día son habituales dentro de las parejas. La inseguridad propia, el amor, las relaciones de pareja actuales y lo que la sociedad espera de nosotros en todos los sentidos son temas que Umpi va desgranando a través de esta novela que tuvo una buena acogida especialmente en su país y en Argentina, donde a estas alturas ya estaba consolidado no solo como escritor, sino también como músico.

La vueltita ridícula

Si todavía no había demostrado lo versátil y adaptable que es a casi cualquier género artístico, después de escribir cuentos, novelos y hasta un musical, Dani Umpi se lanzó al género de la poesía con un libro llamado La Vueltita Ridícula, en el que se recogen diferentes textos, muy a su estilo, aunque también con la particularidad de estar casi todos en formato de poema. Si bien el intento fue valiente, parece que sus fans no acogieron de tan buena gana es inmersión en el verso, y este libro no está tan bien valorado como los anteriores, aunque igualmente, ha servido para que su autor expanda su ya de por sí extenso currículum.

Editado por Vestales en Argentina y Uruguay, las críticas no fueron demasiado buenas para este poemario, aunque eso no desanimó al autor, que siguió inmerso en su inabarcable creación, compaginando sus discos con sus libros y sus obras de arte visuales. La Vueltita Ridícula tal vez supongo rizar el rizo para el estilo histriónico y kitsch de Umpi, que sin embargo demuestra ser capaz también de adaptarse a un género como la poesía, porque al final el arte es arte y debe salir de cualquier forma posible para unirse de nuevo con la realidad.

El vestido de mamá

Cuando parecía que Umpi ya no podría sorprendernos con algo nuevo, en 2011 el artista uruguayo nos presentó su nueva obra, El Vestido de Mamá, un precioso cuento infantil en el que colocaba como protagonista a un niño pequeño cualquiera, al que le gustaba jugar al fútbol, correr con sus amigos… y ponerse el precioso vestido verde de su mamá. Tal y como se muestra en las ilustraciones de la obra, el niño se siente cómodo y feliz con esa prenda, porque le hace sentirse fuerte y poderoso. Sin embargo, los otros niños se burlan de él por llevarlo, e incluso sus padres se horrorizan al vérselo puesto.

Tratando un tema tan delicado, Umpi hace uso de su versión más naif para llevarnos a la mente de un crío que no es capaz de entender algunas de las cosas que esta sociedad nos impone cuando somos adultos. Un niño vivo, inteligente y curioso que necesita una razón convincente para dejar de hacer aquello que estaba haciendo, sin dañar a nadie, y que aunque a él le encante y le haga sentir tan bien, se ha convertido en algo complicado para los demás. Lanzado por Criatura Editora, esta primera incursión del artista en el género infantil volvió a traerle las mejores críticas y alabanzas por parte del público, sorprendido por su tratamiento de un tema tan delicado.